martes, 27 de mayo de 2008

Y sentir la libertad del correr... por fin...

Ayer por fin pude sentir la libertad de correr. Libertad, porque al fin conseguí correr sin malas sensaciones, sin el freno de mano que me suele echar el cuerpo, sin agobio, sin notar "que no puedo"... mi cuerpo se liberó, no sé cómo, ni porque... pero al fin llegó el momento que tanto he estado deseando, el poder sentir de una vez, que voy corriendo y a gusto...
Que contenta me puse. Al entrar por la puerta de casa lo primero que hice fue saltar de alegría, levantar los puños al frente mientras decía "siiiiiiiii!! bien, chica bieeeeeeeen...".
No era una carrera, ni me iba la vida en ello, pero aquel simple entrenamiento me lleno completamente. Un buen día? Quizá... no todos van a ser iguales...
Ayer empece a sentirme algo más triatleta. Al principio lo único que me hacía gracia era rodar sobre la bitxikleta, pero poco a poco voy empezando a disfrutar del agua, y por fin ayer conseguí correr a gusto, con la sensación de que, ésta vez, mi cuerpo, también me acompañaba...
Se acerca el triatlón memorial Onditz (Donosti), triatlón que inaugura esta nueva modalidad, y lo haré en distancia Olimpica, a lo grande. Que se me quedará larga? Seguramente, pero procuraremos echarle un par de ovarios aunque sea... lo de ayer por lo menos ha servido para coger algo más de confianza, pues para el triatlón del domingo lo que más me llega a "asustar" son los 10 Km de carrera a pie del final. En fin, todo un reto por delante... veremos hasta donde soy capaz de llegar...

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