miércoles, 29 de junio de 2011

Tic-tac, tic-tac, tic-tac...

lunes, 27 de junio de 2011

Diablillo ronrroneando


Tenía las cosas claras, pero llevo un par de días con un diablillo ronrroneandome al oído. No quiero escuchar lo que me dice porque soy fácil de caer en tentaciones, aún siendo locuras. Porque ahora me hace dudar, la cabeza me dice "NO" y el corazón que "SI".

Hoy hemos dado una vuelta al recorrido de la carrera a pie del triatlón de Garai. Me he quedado con ganas de más, pero nos hemos ido porque empezaban a verse rayos.

No sigas por ese camino, que la manzana es tentadora pero no debo morderla...
No sé si podría soportarlo... no me lleves por ese camino, que no debo...

Ensalada de pasta



Fresquita, muy buena, que bien entra con el bochornillo que hace...

A vuestra salud! Ummmmmm...

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sábado, 25 de junio de 2011

Disfrutando en familia



Pues al final hoy también pira de entrenos. Igual me estoy excediendo con los descansos, espero que no me pasen demasiada factura las cuentas de esta semana.

Aún así, he disfrutado mucho de los mios. Paseo en bici, piscina, traguito en las fiestas de Tabira..

Hoy Naia a estado dando besos, dando sus primeros "pas" sin ser de casualidad... como van aprendiendo...

Gozandola...

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viernes, 24 de junio de 2011

De reojo

Mirando adelante... 
Triatlón olímpico de Deba. Aún no sé como es. Sólo de oídas. Pero dicen como que es duro.
Pues nada, con tranquilidad y a dosificar que luego habrá que correr 10 km y medio...
Además habrá gente especial acompañandome, mis padres con mi niña.

Mirando atrás...
esta semana ha sido otra de esas vagas. No he tocado la bici, un día de piscina, algo de correr... que puedo hacer más? si, poder, podría... He cambiado entrenamientos por estar con mi niña y por falta de ganas. A veces me entran arrebatos de sentir a mi niña y su padre conmigo, tranquilamente, disfrutando de un paseo, un café... un pintxo... jejeje como todo humano.
Hoy he salido a correr, y he notado el descanso acumulado de la semana. He corrido a gusto, jejeje... no siempre el quedarte sin hacer nada significa ir para atrás, a veces, creemos mal. Nos sirve para recargar pilas y descansar no sólo el cuerpo, sino la mente.
Espero sacar partido al fin de semana. En un mes ya sabemos lo que nos espera. No puedo despistarme demasiado con los entrenos como hasta ahora. No me gustaría sufrir más de la cuenta en Vitoria, lo justo, más bien a disfrutar... ;)

jueves, 23 de junio de 2011

1/2 Ironman Vitoria, algo más que pretensión...

Y es que ahora ya es una realidad, ya estoy en marcha, ya estoy inscrita... ya no hay vuelta atrás. Sólo hay que mirar adelante. Cada vez queda menos. Comienza la cuenta atrás, y ya de verdad... mi estreno en distancia Medio IronMan está en camino...
Vamos! A por elloooooooo! oeeeeeeeeeeeeee! ...

miércoles, 22 de junio de 2011

Recordando Lanzarote



Echando un poco la vista atrás, ahí quedará la caña con la que celebramos que Remen y Maní habían sido FINISHER...

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martes, 21 de junio de 2011

Como los cangrejos

Y es que a veces tengo esa sensación, en vez de p'alante, voy p'atras...
A ritmo del cangrejo...

sábado, 18 de junio de 2011

Disfrutando...



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viernes, 17 de junio de 2011

Triatlón Olímpico Mimizan

  • Día: 12 de Junio de 2011
  • Distancias: 1500 m - 39,5 km - 10 km
  • Hora: 14:30
El día no era malo para tal carrera. Hace un año por esas fechas el calor apretaba de lo lindo y los que disputaban esta misma carrera se las vieron canutas para poder terminarlo, por el tremendo calor que hizo. Así que temperatura agradable, de vez en cuando se notaba un pelin de calor, pero bien. Medio nublado... bien.
Preparado todo, las tres Marias (Iratxe, Jone y yo) nos dirijimos a boxes a pasar el control de material.
Todo preparadito y entre las tres nos ojeamos por si nos falta algo a una o a otra (6 ojos ven más que 2...).
Nervios y sensaciones extrañas, aunque por dentro estaba bastante segura de mi en el sentido de que mi objetivo claro era acabar bien la carrera para coger confianza. Sólo quería terminar la carrera y sentir que a mi cuerpo le quedan fuerzas aún. Buscando confianza, que me ayudará de cara a la ilusión de este año, que es dar el salto a la larga distancia.
Mi idea era pasar la natación sin más, (que no es lo mio) disfrutando. Coger la bici y tomármelo con paciencia, sin calentones como otras veces, no quería reventarme en bici y sufrir en la carrera a pie como otras veces. Mi objetivo era claro, DOSIFICAR. Rodar, y llegar a la carrera a pie, BIEN. Y disfrutar...
Dan la salida a las 14:30. Estamos más tranquilas porque nos dan tiempo con respecto a los chicos, que encima salen en dos tandas, así que no sufriríamos atropellos en el agua.
Hay muchas chicas, que bien...
Suena el bocinazo. Me meto en el agua, espero a que se vayan metiendo las de alante para que no me peguen patadas y cuando veo el hueco me lanzo a nadar. Con tranquilidad, no me voy a sulfurar en el agua, que 1500 metros no son 5 minutos. La paciencia conmigo...
Hasta la primera voya veo a chicas delante. Una vez la paso ya están a años mil. Me quedo sola, pero no del todo ya que noto que alguien me viene a "rueda", me pegan en los pies de vez en cuando, lo que me pone nerviosa, porque pataleo para que me dejen espacio y me canso más...
Llegando hacía la segunda voya voy viendo por la derecha otra chica que se había desviado un poco y que poco a poco nos juntamos (yo voy directa a la voya).
Llegamos 3 a la segunda voya, la recién arrejuntada y la que me viene detrás. Las dejo pasar y decido quedarme atrás para que no me den en los pies y nadar más tranquila. Las tres juntas llegamos a la orilla.
Salgo pensando que he nadado a gusto, sin hacer grandes esfuerzos, por lo que salgo bien del agua.
Caminata a boxes, transición un poco larga, más bien tranquila.
Me había tomado esta carrera como un aprendizaje de cara a Vitoria. Hasta ahora no tengo costumbre de comer en carrera, y tenía dos barritas preparadas para ir practicando lo de comer en carrera.
Me limpio los pies con la toallita (media hora para quitar la arena, que encima no consigo hacerlo bien), que si los calcetines, que si meto el neopreno a la bolsa (las transiciones eran en sitios diferentes y tenía un señor esperando a que metería mis cosas en la bolsa para llevársela), que si las gafas, el casco, el dorsal, y las barritas! que como el mono era nuevo casi no sabía donde meterlas! Una la meti en el bolsillo interno que nos han echo en el costado sobre la cadera, y la otra no sabía donde meterla, así que me acorde de Oihana Quesada y la metí donde decía ella, por debajo del culote, en la pierna.
Por fin salgo con la bici. Contenta, bien. Me subo y comienzo a pedalear pero con la palabra "dosificar" en mi mente. Mi objetivo era llegar bien a la carrera a pie. A pesar de que me paso algún grupo (de chicos)... lo bueno de esta carrera es que no se puede ir a rueda y que las chicas salimos antes, por lo que ayuda a que no te calientes, y no queda más remedio que coger uno su propio ritmo.
La mayoría del recorrido era prácticamente llano, aunque de vez en cuando se notaba que pegaba el vientecillo.
Txiri-txiri sigo pedaleando, de vez  en cuando adelanto alguna chica y a su vez me adelanta algún chico...
Kilómetro 20, decido comerme una de las barritas, bajo un poco el ritmo y me concentro en comer.
Luego vuelvo a concentrarme en pedalear pero poniendo atención al estado de mis piernas, pedaleando en el grado de que no sufran, disfrutando las pedaladas, dejando que transcurran los kilómetros.
Y así fue, casi sin darme cuenta, ya estaba bajandome de la bici en boxes.
Me lío un poco a la entrada. La transición era en el pueblo de Mimizan y no sabemos donde está exactamente nuestro sitio.
Menos mal que algunos del público me ayudaron a indicarme la calle donde estaba mi dorsal... eskerrikasko a ellos!
Allí estaban mis zapas y la gorra. La segunda transición fue más rápida, pero al ponerme una de las zapatillas tuve problemas porque no me entraba, y es que de la emoción se me olvidó que había metido el gel dentro de la zapatilla!!! claro! como me iba a entrar el pie!...
Salgo a correr, contenta y alegre, estaba bien de fuerzas. 1500 metros y 39,5 km que ya había dejado atrás.
Por delante, otros 10 km de carrera a pie a los que no había miedo alguno. De momento iba dosificando bastante bien, lo que hacía crecer mi confianza. Y mejor aún, en este sector ya teníamos a la gente animándonos. Que más se puede pedir?!
Dos vueltas para las que recargo un poquito de paciencia, tranquilidad y a disfrutar...
Primera vuelta, veo a los míos, me animan, me animo, y disfruto! "Una menos! Esto se acaba..."
Segunda vuelta, voy bien, pero se acusa un poquito el calor, por lo que decido empezar a parar en los avituallamientos (la bebida daban en vaso y me suelo atragantar si bebo en marcha y del vaso)... parar, beber y seguir... parar, beber y seguir. Tragos que mi cuerpo supo agradecer.
Últimos dos kilómetros, crece mi alegría, por las sensaciones, por como estaba llevando la carrera. Último kilómetro, nos desvían por otra parte... por fin la recta de meta.
Veo a mi niña, me acerco, la cojo en brazos, y enfilo la entrada disfrutando del momento, de cada uno de los pasos con mi niña en brazos, que felicidad... me encanta compartir mis entradas en meta con ella. 

Las animadoras nos animan con los pompones... y bien! cruzamos la meta!! Enormeeeeeeeeee! Fenomenal.

Muy contenta le doy un beso al padre de mi hija, mi gran animador y consejero. Le comento que estaba muy bien, muy contenta y que había acabado bien de fuerzas. Mis músculos no estaban reventadísimos como otras veces. Tenía buen cuerpo, y lo más importante, que todo ello se traduce en una gran bocanada de confianza de cara a la larga distancia. Vamos a ver si podemos conservar las sensaciones hasta el mes que viene...
Eskerrikasko a tod@s los que me animasteis, vuestros ánimos me llevaban en volandas. Al final, media carrera hice yo, casi otra media Remen por su apoyo en todos los sentidos, y el resto la hicieron los que me animaron. Grandes tod@s, eskerrikasko!! ;-)

martes, 14 de junio de 2011

Triatlón por relevos

  • Día: 12 de Junio de 2011
  • Distancias: 500 m - 20 km - 5,5 km
  • Hora: 9:30
El dream team lo formabamos los Remen y moi. Nos despertamos por el despertador natural que tenemos (Naia) sobre las 7. Aaaaaaaaay que ganas de dormir más, pero ya como que entre pitos y flautas nos da la hora.
Voy a la salida junto con los que hacen el relevo de natación (Mertxe y Montse) y alguno que viene a animarnos a la salida.
Dan la salida y este si que me lo tomo con tranquilidad. Son 500 metros que me servirán para calentar motores para el olímpico que haría en unas horas. Brazada a brazada, voy pensando que lo que estaba haciendo era la tercera parte de lo que me tocaría luego... así que se pasó bastante rápido.
Salgo del agua y ahí están nuestra hinchada, entre ellos mis fieles animadores, mi maridito (que haría el relevo a pie) con mi niña en brazos.
Oigo al presi mientras corro hacía boxes, que me dice que vaya más rápido!, "será capullo! que luego tengo la olímpica..." (pienso...), jajaja. Se hace un poco largo ese trayecto corriendo desde la orilla hasta los boxes, ponen una alfombra pero que en tramos no hace nada porque sigo notando como se clavan las piedrillas en mis pies "au! au! au!... au!..."
Por fin llego a donde mi cuñao y le intento pasar el relevo poniendole la gomita en la muñeca, pero nos cuesta porque el es grande, tiene la mano grande, la muñeca grande, la goma es pequeña y casi no entra jajajajaja a empujones y entre nervios!! por fin sale...
Entonces voy a por Naia para quedarme con ella y hacerme otro relevo (pero de Naia) con Remen (aquí relevo para todo, jajaja).
Mientras, vemos el transcurso de los relevos y de los de la Sprint que ya van saliendo también, y junto a otros del equipo, ahí andamos animando.
Van llegando los relevos de la bici tras completar sus 20 km, llanos y rápidos. Llega Remen cuñao, le pasa el testigo a Remen (Asier) y el finisher del Ironman de Lanzarote sale escopetado, casi sin haber entrenado desde que acabó el Ironman.
Esperamos a que llegué mientras seguimos animando al resto que pululan por ahí... llega mi cuñada Iratxe, toda entera con pinta de Pro jejeje que lo había dado todo! muy buen relevo para la madre de familia numerosa, cuidao! ahí queda eso!!
Por fin llega mi Remen, cojo a Naia en brazos y al cuñao, y agarrados o como buenamente pudimos entramos a meta!


Buena carrera! Hemos bajado el tiempo del año pasado! Aupa!

lunes, 13 de junio de 2011

Contrarreloj por equipos

  • Día: 11 de Junio de 2011
  • Distancias: 750 m - 20 km - 5,5 km
Tras un trasiego de personas entre equipos para aquí y para allá, acabo con los cuatro magníficos, Ricar, Txato, Iraurgui y Villa. Me quedé un poco con el miedo por si me llevarían con el gancho pero finalmente pude disfrutar de la carrera con ellos.
Línea de salida, parece que el equipo precedente no está, seguimos esperando en la línea hasta que "Mugaga!", nos toca!
Comenzamos la natación. Villa y Txato nadan mejor y van abriendo el grupo. Yo ando entre medias, cojo ritmo a por las voyas con ellos.
Pasamos la primera voya, de repente un grupo de delfines nos pasan como misiles. Uf!
Llegamos a la orilla. Primer objetivo cumplido y todos bien.
Neoprenos en mano, llegamos a boxes, nos preparamos y salimos con las bicis.
Villa y Ricar se ponen a tirar, hasta que veo que voy bien y me da para entrar en los relevos. Cualquier relevo se agradecía, incluso Iraurgui que iba más justito en bici dió los suyos. Eso es equipo.
Recorrido llano, vamos como balas. Miro de vez en cuando el cuenta y marca "42" (km/h). Me pregunto si podré aguantar los 20km así... aunque tampoco somos los increíbles jajaja...
Se acaba la bici. Transición más rápida que la anterior y juntitos salimos a por los 5500 metros.
Primer kilómetro, más largo que un día sin pan, no sabía si estaba haciendo el último sector de un triatlón o un cross-playa. Madre mia! que duro se hizo el primer kilómetro! Corriendo por arena!! Como en la playa...
Segndo kilómetro, también se hace largo hasta ver el cartel, pero no por sensaciones, porque les voy aguantando el ritmo bastante bien. La verdad que pensaba que iba a ir más apurada.
Vueltita, pin pin pin, cruzamos el puente (una sensación que extraña, que con las zancadas de los demás el puente se mueve y parece que no amortigüas) y enfilamos los últimos 500m en los que se emocionan.
Últimos metros, los 5 nos cogemos las manos y entramos estupendos en meta entre los ánimos de nuestra gran hinchada mugarrina, que que grandes son.
Perfecto! Buena carrera, buenas sensaciones... muy contenta.
Gracias a los chicos, que me hicieron disfrutar de la carrera y a la hinchada por los ánimos.

domingo, 12 de junio de 2011

Merecido



Hoy (bueno y otros días jejeje) después del fin de semana que he completado lleno de triatlones, me he ganado unas buenas Campurrianas. A vuestra salud TriNonautas! Ummmmmmm...

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miércoles, 8 de junio de 2011

Mi peor enemigo, yo misma...

Vivo con el enemigo, dentro y fuera de casa, duermo con el enemigo, río, lloro... soy yo!
Mi asignatura pendiente sigue siendo la constancia, no sé porque me cuesta tanto, aunque tenga algo en mente, siempre vuelven esos días de "no me apetece", y a veces, la gran mayoría, me cruzo de brazos sin poder evitarlo. Me resulta tan difícil lograrlo...
Yo misma soy la que me bloqueo, yo misma la que me freno, yo misma la que se dice "hoy no..."... yo misma...
Rachas buenas las hay, pero las de vagancia nunca desaparecen. Mi asignatura pendiente... mi asignatura pendiente...

Hoy, me quedaré con esta:

Dijo el perro al hueso: "Si tú estás duro, yo tengo tiempo"...

lunes, 6 de junio de 2011

Primer pinchazo en carretera

Este finde, como ya he comentado hemos estado en Santillana del Mar.
Se me hace complicado entrenar cuando voy fuera, porque si ya suelo estar vaga a veces, lo de entrenar por sitios que no conozco y sola no me va nada. "¿y ahora por donde voy?", no hacía más que pensar eso...
Había llevado chubasquero para correr, chubasquero para la bici... pero la verdad que ha echo bastante bueno.
El sábado salí a dar la vuelta en bici. Solete y temperatura agradable, rumbo indeciso, menos mal que Remen me había soplao algo.
Salgo, sin muchas ganas, y encima no llevaba ni media hora subiendo y bajando, cuando en una bajadita noto que voy rara sobre la bici. "No, por favor!" pensé. Uno de mis miedos desde que empece con la bici de carretera era el tener que enfrentarme a un pinchazo de ésta. Con la de monte ya había pinchado alguna vez, sóla, y me había arreglado a la perfección, pero temida era la de carretera, más dificíl para sacar la puñetera cubierta. Y zas! empiezo a mirar la rueda de atrás, y ale, pinchazo al canto. "Joderrrrrrrr! Mierda!" Encima comenzaba a subir un poco de nuevo, y para más Inri, un par de camiones a cada lado de la carretera. Camiones, en mitad de la nada... = camioneros cerca. Eco! Por ahí andaban así que apuré unos metrillos para arriba intentando alejarme de ellos...
Llamo a Remen y le pongo en sobreaviso. No sabía si sería capaz de cambiar la puñetera rueda y encima la de atrás. Bueno, me pongo a ello, jurando e imperjurando, de tan mala leche que en vez de posar la rueda en el suelo, más bien la tiré. "Sin ganas, y encima castigada! eso seguro que es por salir sin ganas...", "no quieres taza? pos toma taza y media!"
Saco utensilios, y manos a la obra, intenté tranquilizarme y poner de mi parte para arreglarla, ya que con el enfurruñe que se me puso no iba a ir más lejos.
Pasó un señor como alemán o así, del que lo único que saqué en claro es que se preocupo por mi por si necesitaba ayuda, pero le dije que todo iba bien, jajaja...
Sigo con mi pelea con la cubiera, a esto le temía yo, a esto, "dura de cojones!", "me cagüen...", "me cagüen...", "me cagüen...", pi, pi, piiiiiiiiiiiiii...
Por fin salió! la saco entera, inflo un pelín la de repuesto y empiezo a meterla. "Toma ya!", ya empezaba a alegrarme un poco, tras el aumento de mi cabreo ante el tener que escuchar algunas tonterías de un par de camioneros que no tenían otra cosa que hacer más que mirar como me pongo de grasa hasta el....!! "serán piiiiiiiiiii", pasan otro par de chicos que también amablemente me preguntan a ver si todo va bien, a lo que yo contesto que "sí, todo controlado! seguir, seguir, gracias...". No todos iban a ser camioneros, menos mal...
Fus! fus! fus! voy inflando la rueda, ole, ole, que máquina soy! ahora la coloco, salvando los cambios, uys esto por aquí, por allá, catapum chin pun y la rueda encajó, ole y ole Oihana! A todo esto llega el servicio técnico, jajaja, aparca en el arcén, y se acerca Remen. Le comento que ya esta todo, y cuando voy a sacar el inflador de la válvula... fsssssssssssssssssssssssss! "ostras!", "que pasa?!", el "fsssssssssss", suena bastante más largo de lo normal, más bien no para, "joder que se me desinfla la rueda de un revés!!!", me pongo a mirar que leches pasa ahora y... "me cagüen 10! que me he cargado la válvula!!"... "mierda, mierda, mieda, y más mierda", "pero que artista que soy!", amooooooos, que mejor no pude rematar la faena chicquishaaaaa!!.
Aplausos por favor, si, si, me merezco un aplauso joe! Gracias! Pues na, no hay más repuestos así que de vuelta pa' casa en la fragoneta de los malacatones, con mi cara larga juas!
11 km y ni media hora, si señor!!
Menos mal que en la casa volvimos a cambiar la rueda (o más bien me la cambio Remen con todo su entusiasmo, porque yo ya no tenía ni lo siguiente de no ganas) y me animo para que saldría de nuevo. Tuve un final felíz.

Conclusión: paciencia, estoy aprendiendo mucho estos días, a tener paciencia... +
confianza, ahora sé que me arreglaría igual de sola que hasta ahora para cambiar un pinchazo (siempre y cuando me sigan quedando repuestos, jajaja) +
Tras todo lo acontecido, acabé volviendo a rodar desde 0 (saliendo desde la casa otra vez) =
Osea que al final tampoco a sido tan malo, parece que algo positivo le hemos sacado al asunto ;)

 Me quedo con la frase...
"Se como un iceberg, cuando la mayor parte de ti se encuentre hundida siempre habrá una parte que salga a flote..."
P.D.: Gracias Remen, sin tus ánimos no hubiera conseguido volver a salir... ;)

domingo, 5 de junio de 2011

Santillana


Buen finde con los primos, en familia.

Bueno y aprovechado, a pesar de ir con chubasqueros porque los del tiempo habían anunciado malo. Ya estamos fallando de nuevo, pero por lo menos para bien jejeje...

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miércoles, 1 de junio de 2011

RemenMan

Esta es la crónica que Remen nos ha cedido para tod@s los TriNonautas, sobre su primer IronMan. Esperamos que la disfrutéis...

REMENMAN

Hace meses que pensé en la idea de hacer una crónica al terminar mi primer IRONMAN, y, ahora que tengo a la pequeña Naia durmiendo, a mi mujer Oihana entrenando y me siento un pelín inspirado para escribir éstas líneas, me voy a lanzar a ello. Espero no extenderme demasiado y no aburrir al personal.

El inicio.
Todo comenzó hace cuatro años, cuando Oihana y yo dejamos el futbol y no sabíamos muy bien qué deporte practicar.

Entonces, mi querido cuñado Alber, que ya estaba metido en éste mundillo del Triatlón, nos comentó (o insistió) para que probásemos un Duatlón popular que se iba a realizar con bicis de monte en el pueblo. Nos animamos a probarlo, porque siempre nos ha gustado el deporte, y nos gustó.

Nos apuntamos al Mugarra Triatloi Taldea, nos compramos las bicis de carretera, llegaron las primeras carreras, empezamos a oír hablar de IRONMAN, a ver los primeros vídeos (uno de ellos de un padre que hace un IRONMAN con su hijo tetrapléjico, impresionante)… y me dije: “ahora mismo firmaría yo hacer un IRONMAN en 5 años”.

La preparación.
Al tercer año de empezar en el Triatlón me dije: “el año que viene voy ha hacer un IRONMAN. ¿Cuál? Pues Lanzarote, para ir con la family y no tener problemas con el idioma.” Antes de inscribirme hablé con Oihana y le recalqué que si me apuntaba al IRONMAN tendría que entrenar mucho y necesitaba que ella cargase más con Naia. Ella me dijo una y otra vez que no habría problema, lo cual se lo agradezco mucho. ESKERRIK ASKO!!!
Ése tercer año me planteé el calendario pensando en el IRONMAN de Lanzarote que haría al año siguiente y éstas fueron algunas de las carreras que realicé: Travesía a nado Getaria-Zarautz (2.800 m.), Marcha Cicloturista Miguel Indurain (186 km.), Maratón nocturno de Bilbao (42 km.) y dos Triatlones de Larga Distancia, como son, Buelna y San Juan de Luz. Al término de éstas carreras me dije: “Bueno, pues el siguiente paso es el IRONMAN. ¡A por él!.”
En diciembre empecé a preparar el IRONMAN, siguiendo las pautas de un libro de Triatlón que me dejó Alber y de otro con planes de preparación para Maratón que me dejó Xabi Miota. Hice un plan amoldado a mis capacidades físicas (sobre todo la natación) y me apunté a un cursillo de natación que daba Roberto Corujo (triatleta del equipo) porque tenía auténtica necesidad de mejorar sobre todo la técnica. Llevé los entrenamientos con mucha constancia, descansando un día a la semana y entrenando siempre con cabeza, descansando cuando el cuerpo lo requería y forzando cuando había que hacerlo. También tengo que decir que tuve momentos anímicos muy malos entre las semanas 20 a 23 más o menos, en los que no me apetecía nada entrenar, y, cuando lo hacía, lo hacía sin ganas, completamente desmotivado. Afortunadamente me recuperé y seguí entrenando con ganas.
Al final de la preparación, después de 5 meses y medio, acabé contentísimo con los entrenos y las sensaciones que tenía de las carreras de preparación. Había entrenado bien. Tenía la completa seguridad de haber hecho un buen entrenamiento. Estaba preparado para hacer el IRONMAN. No sólo hacerlo, sino disfrutarlo, que es de lo que realmente se trata, de acabarlo y decir: “¡Joder! ¡Qué guapo!”. No tenía como objetivo el hacerlo en 10, 12 o 14 horas. Mis objetivos, y por éste orden de prioridad eran: primero DISFRUTARLO y, segundo, bajar el Maratón de las 4 horas. Un par de semanas antes del IRONMAN, mi cuñado Alber, Finisher de dos IRONMAN, me comentaba que las dos semanas anteriores al IRONMAN solían aparecer las dudas de si había entrenado bien, si tenía que haber hecho más de esto o de lo otro… Yo no tenía ninguna duda. Los deberes estaban bien hechos. Ahora tenía que descansar un poco. Llegar fresco al IRONMAN. Y a gozar…

En Lanzarote.
Llegamos a Lanzarote en la tarde-noche del martes. Al día siguiente ya se respiraba ambiente IRONMAN: gente nadando, en bici y corriendo, gradas en el paseo de Puerto del Carmen, boyas en el mar… El miércoles dí una vuelta al circuito de natación (1.900 m.), 1 hora de bicicleta y 50 minutos de carrera continua, para ver las sensaciones y empezar a catar ése famoso viento de Lanzarote… El jueves descanso, que aprovechamos para recoger los dorsales y hacer un poquito de turismo. El viernes por la mañana otro poquito de natación, bici y carrera a pie, 15 minutos en cada disciplina, para comprobar la bici y soltar los músculos. Por la tarde preparar las bolsas para las transiciones y meterlas junto a la bici en boxes. Sobre las 19:30 a cenar, después un par de cañas para dormir bien y a la cama.

Día IRONMAN.
El despertador sonó a las 4:30. Oihana se levantó conmigo para ayudarme a preparar los bocadillitos que me comería durante la carrera, porque en carrera llega un momento en el que ya no te entran más barritas ni geles, y conviene variar la alimentación. Me preparó una tortilla de jamón. Yo me puse croasants con jamón York y queso y con nocilla.
Desayuné y a las 5:30, quedé con Manu para ir a boxes y hacer las últimas comprobaciones de bolsas y bicicleta. Me comí un Donuts que daban por allí y me cogí un botellín de agua.
Ví que todo estaba correcto. A las 6:15 nos empezamos a poner el neopreno, un musu a Oihana, me deseó suerte, y hacia la playa.
Unas brazadas en el mar, la meadita quitanervios de rigor y hacia la zona de salida. Estaba listo. Probablemente sea el Triatlón donde menos nervios precarrera he tenido.

Natación.
Se dio el pistoletazo de salida y los primeros salieron esprintando: “¡Jesus! ¡Qué prisas!”, pensé yo. Le dí la mano a Manu, le deseé suerte y me metí al agua. Observé que la gente se abría mucho en el agua, que dejaban bastante espacio (dentro de lo que cabe) entre ellos. Me metí en un hueco y empecé a dar brazadas. Primera boya, tumulto de gente, pocos golpes, giro a la izquierda, un largo de 800 m. y vuelta. Al término de la primera vuelta salí del agua y vi que el cronómetro marcaba 37 minutos. “¡Joder! Vas bien Remen”. “¡Hola Oihana!” (se sorprendió al verme), y a por otra vuelta.
En la boya de los últimos 800 m. tenía una piraña detrás de mí que no hacía más que darme golpes con fuerza. “¡Será cabrón!”. Intenté quitármelo de encima pataleando más fuerte y ¡zas! Se me subió el gemelo del pie derecho. Ahí andaba yo, quejándome e intentando estirar la pierna hacia arriba. Cuando volvió a su sitio, seguí nadando y haciendo la patada con un solo pie. “Espero que no me pase factura más adelante”, pensé.

Transición 1.
Salí del agua en hora y cuarto, “muy bien Remen”. Cogí la bolsa de la bici, otro saludo a Oihana y me fui a la carpa de cambio de ropa situada en la misma playa. 
Mientras me estaba cambiando había triatletas que salían corriendo de la carpa con las zapatillas de la bici puestas. ¡Menudos leñazos que se pegó la gente! Uno de ellos cogió un fuerte golpe en la cabeza y le costó reponerse. Yo había dejado las zapatillas de la bici amarradas en el cuadro de la bici. Cuando llegué a ella me las puse, cogí mi bici y salí trotando hacia la zona de salida.

Ciclismo.
El segmento ciclista me lo tomé con tranquilidad. Hay tramos en los que el asfalto se agarra a las cubiertas y el viento no ayuda nada en hacer una buena media. No hay que desmoralizarse si la velocidad que marca el cuentakilómetros no es elevada. Sabía que la clave para poder disfrutar del IRONMAN estaba en éste segmento: ir un piñón por encima de lo que las piernas te pedían y alimentarse bien. Y comer, y beber, y comer, y beber, y comer, y beber…
Recuerdo la bonita estampa del paso por el parque de Timanfaya: una recta con cientos de Triatletas uno detrás de otro, la carretera picando ligeramente hacia arriba y el viento de cara. Simplemente DURO.
También recuerdo las subidas a los miradores del Río y de Haria, en los que metí el plato de 30. “Qué bien viene ese plato para estas ocasiones…” Txiri-txiri hacia arriba. Eso sí, con bonitas vistas por la costa.
Los últimos 30 km los hice con ligeros calambres en la planta de los pies. Sabía que lo más duro ya había pasado y que el perfil picaba ligeramente hacia abajo. “Aguanta que ya lo tienes dominado”, me dije. Y llegué a Puerto del Carmen, donde ví a muchos triatletas corriendo.

Maratón.
Después de cambiarme de ropa y ponerme la gorra del Athletic (especialmente reservada para la ocasión), comienzo el maratón con buenas sensaciones. Los primeros 5 km los hago a un ritmo cercano a los 5 minutos el km y me digo: “Baja, baja. Baja el ritmo que así no llegas al final”.
No hubo que hacer mucho esfuerzo para bajar el ritmo. Empiezan las primeras dolencias, sobre todo de cuadriceps, y, cómo no, mi inseparable compañero en tirada larga corriendo… el kakalarri. Sobre el km 15 paro en el WC a aligerar peso. “No pasa nada. Contaba con ello”.
Al volver a la carrera no conseguí coger ése ritmo que tan a gusto llevaba. Teníamos avituallamientos cada 2 km aproximadamente. El líquido que daban era en vaso y no me gustó nada. Para beber del vaso tienes que pararte y beber. Te corta el ritmo. Luego me costaba mucho empezar a trotar. Parabas a hidratarte y a la hora de empezar a trotar me decía: “Un paso más andando y luego a trotar” Lo que debía ser un paso se convirtió en uno, y otro, y otro, y otro más…
Afortunadamente los kilómetros iban cayendo y realmente eran de agradecer los ánimos de Oihana, que corría junto a mi, de Naia, simplemente con su presencia, de mi hermano, de mis padres, mis suegros, de Conchi con el megáfono, la gente en general y de Julen Kortabarria del Oñati Triatloi Taldea, que cada vez que nos cruzabamos no paraba de animarme.
Los peores kilómetros fueron entre el 30 y el 36. Más o menos cuando empieza la última vuelta de 12 km aproximadamente. En éstos kilómetros me acordé de todo: de Oihana y Naia, que me estaban esperando en línea de meta para inmortalizar una entrada inolvidable, de mis padres, suegros y hermano, mi hermana desde Austria, de mi cuñado Alber y sus imágenes grabadas en mi memoria del IRONMAN de Niza, de lo mucho que había entrenado durante 5 o 6 meses, el pica que me bebería después…
En el 39 me paré en un avituallamiento por última vez. Cogí agua, coca-cola y otra vez agua, un trozo de plátano y otro de naranja, y comencé a correr. Mire el reloj y me dije: “Ya no bajaré de las 4 horas corriendo pero, por lo menos, sería bonito bajar de las 12 en total. De aquí a meta. En el siguiente y último avituallamiento ni parar.” Dicho y hecho. Cogí mi ritmo de carrera, próximo a 5 min/km, y pasé de largo el último avituallamiento. Vi a Oihana con Naia en un brazo y la vieja ikurriña en la otra. Corrimos juntos hacia la meta y, a falta de poco, nos paramos para bajar a Naia y entrar los tres agarrados de la mano. Lo había conseguido. Mi primer IRONMAN. Tanto entrenamiento y sacrificio y ahora viene la recompensa. Un buen debut en distancia IRONMAN, que firmaría acabar los siguientes con las mismas sensaciones que éste.
En la Maratón hay momentos muy malos y, por momentos, se te quitan las ganas de repetir algo así. Recuerdo que cuando Oihana corría junto a mi le comentaba: “en 20 años no hago otro” o “el siguiente tu, ¿eh?”. Pero no se qué tiene este deporte que fue cruzar la meta y pensar: “y ahora, ¿qué?. ¿A donde iré el año que viene? El año que viene con mi mujer”.

Agradecimientos.
En primer lugar a mi cuñado Alber, porque nos introdujo a Oihana y a mi en este mundillo. Por sus innumerables consejos y ánimos.
A las amamas, aitites y hermanos por ayudarnos a cuidar de Naia.
A los compañeros del Mugarra Triatloi Taldea por sus ánimos y pequeños grandes consejitos. No quiero mencionar a ninguno porque seguro que me dejo a alguien sin mencionar y no se lo merece.
A mi jefe Javi, que a pesar de pasar por momentos malos en el trabajo, me ha dejado coger fiesta los miércoles en el trabajo para preparar el IRONMAN.
A Manu, por ser compañero de aventura, y a Conchi, por sus ánimos a pie de pista.
Ni que decir tiene que mis máximos agradecimientos son para mi mujer, Oihana, que es la que más sabe de todo lo que he entrenado para conseguirlo, que me ha dado libertad total para entrenar, que a cargado más con Naia, me ha dado ánimos en los malos momentos y me ha apoyado desde el principio en esta aventura.
Ahora le toca a ella entrenar para el Triatlón de Larga Distancia de Vitoria el próximo Julio, y espero apoyarle en todo lo que pueda: sus entrenamientos tienen prioridad sobre los míos, me encargaré más de Naia, de las labores de casa y le animaré en los malos momentos anímicos que tenga. El año que viene haremos los dos un IRONMAN. Ella, aunque lo está deseando, todavía no lo tiene claro, pero yo si. No tengo ninguna duda. Empezaremos metiendo distancias largas este año y hacer buena base para el año que viene. Tengo que apoyarle anímicamente cuando ella lo necesite y espero estar a la altura, a su lado, y no desesperarme. Para ser IRONMAN FINISHER merece la pena tanto esfuerzo y sacrificio.

Mención especial.
Quiero hacer mención especial para dos personas que he conocido en esta maravillosa aventura:
1º. Patrick Silva, un triatleta portugués, que ha tenido la valentía de apuntarse a un IRONMAN con tan sólo 4 meses de práctica en el Triatlón. Le agradezco su invitación para hacer algún Triatlón en Portugal y ofrecernos su casa.
2º. José Carlos Ferré, un valenciano con el que he compartido hotel y ha completado su 4º IRONMAN Lanzarote. Se ha cascado la Maratón con su hija enferma en silla de ruedas. Un auténtico ejemplo de esfuerzo y superación. Mi más sincera admiración por él y su familia.

Ánimos.
A toda esa gente que disfruta del Triatlón y está dudando en hacer un IRONMAN, de si será capaz o no de hacerlo, a los que no confíen en sí mismos… QUE SE APUNTEN A UNO. Es demasiado bonito para perdérselo.


Fdo.: Remen