Sueño y cansancio contra mi. Yo contra ellos.

Parece que la chispa con la que andaba hasta ahora se ha esfumado el fin de semana. El sábado despedida y hasta las 2:30 de bailoteos. Estaba bien, el sueño y el cansancio los esquivaba bien, pero mi conciencia me decía que sobre las 5 de la mañana una personita tendría hambre y claro, no le voy a decir “espera un poco que tu amatxo quiere dormir un poco más…”, así que me fui para casa a dormir. Menos mal, porque para las 4:30 ya estaba pidiendo…

El domingo teníamos comida en la sidrería Izeta (por Zarautz). Para las 10:30 de la mañana ya estábamos dirección Zarautz. Unos pintxos, luego comida en la sidrería y de nuevo a Zarautz para meternos un helado de esos tan ricos que hay allí, que me vuelven loca.

Total, que el fin de semana ha sido una bomba. El domingo tenía tanto sueño que iba como una zombi.

Sábado descanso deportivo, domingo también, así que el lunes, después del atareado fin de semana tampoco tenía fuerzas para salir a entrenar. Dormir y dormir por la tarde. La chispa que tenía hasta ahora se me debió perder el viernes por la piscina o así, así que, si alguien la encuentra que me la devuelva por favor. Ahora me encuentro luchando contra el sueño y el cansancio, cosa que antes, les plantaba cara y acababa venciendo yo. Pero esta semana se están imponiendo, y el sábado voy al triatlón de Santander…
Ayer pude sacar algo de fuerzas para salir a correr un poco. Me encontré cansada. Quizá tres días seguidos sin hacer nada + el fin de semana que he pasado, hayan hecho mella. Ya veremos cómo va transcurriendo el resto de la semana.