Transcurren las fiestas de mi pueblo adoptivo. Aún no me atrevo a decir que es mi pueblo, a pesar de vivir tiempo ya aquí.
Esta semana Naia ha empezado a comer verduras, y hoy por primera vez se las he dado yo (el lunes y martes lo hicieron cada una de las amamas). Me hacía ilusión.
Por la tarde hemos ido a disfrutar de una tarde tranquila en familia a la plaza del pueblo donde había Herri Kirolak. Yo, saboreando unos paquetes de txutxes y luego Remen también se ha animado. Creo que es inevitable que Naia salga golosa.
Al Remen le han querido enchufar hoy también (si es que tengo un marido que le pega a todo, pongan lo que le pongan por delante...) a las pruebas (Herri Kirolak) pero como había gente de sobra se ha podido escaquear.
Después hemos ido a las barracas, donde han caído unos churros ricos ricos. Hoy hemos dejado aparcado el entrenamiento. Siempre viene bien darse un gustazo de vez en cuando. Luego hemos estado tirando con la chimbera. Había unos peluches de Piolín en lila, rosa, azul, verde, naranja... imaginaros a por cual hemos ido... si, habéis acertado, a por el naranja! Menos mal que el padre de la criatura tiene algo más de puntería porque yo sólo le he dado un pelín a uno de los palillos y en otra a la goma que sujetaba el Piolín, que no contaba (lo mismo le ha pasado a Remen en uno de los tiros) a pesar de haber tirado el peluche.
Bonita tarde disfrutada en familia...
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