jueves, 6 de marzo de 2008

Un entrenamiento diferente


Después de recuperar las piernas del duatlón del domingo, cuando he visto por la ventana que había algún que otro claro y que entre ellos asomaba Lorenzo, he pensado en salir con la bici,
pero al ver la nieve en las puntas de los montes, se me ha ocurrido coger mi vieja compañera a la que últimamente la tengo un poco abandonada, la bici de monte.
He salido con ganas de ver nieve, aunque no sabía muy bien si la llegaría a ver. Tenía ilusión por sacar alguna foto con "blanco", asi que me he puesto en marcha rumbo a Urkiola con intenciones de subir hasta el Pol-pol. He subido por Atxarte, esa subida es un poco durilla pero vale mucho la pena sólo por el ambiente que te rodea. Que tranquilidad... Suave, suave, sin prisa he ido subiendo disfrutando del paisaje que esta vez tenía un toque blanco.
En Urikola no había mucha nieve pero de la pista hacía el Pol-pol algo más ya se iba viendo, el camino empezaba a estar interesante. Había tramos muy divertidos en los que jugaba a mantener el equilibrio entre la nieve. Por suerte algun "Patrol" o parecido habría pasado por ahí e intentaba mantenerme entre las rodadas aunque otros tramos estaban algo peor y de vez en cuando patinaba. Pero bueno por lo menos he conseguido no caerme y he disfrutado como una enana (a pesar de haber tenido momentos en los que me decía para mi "que loca estas...").
La bajada ya no ha sido tan agradable. He bajado por la carretera y la madre que lo parió que viento soplaba FRIO de narices. Mira que iba abrigada pero lo he pasado un poco mal. Ni los guantes ni ná, los pies y las manos congeladas. De vez en cuando me ponía a gritar para ver si me calentaba jajaja que loca! Pero bueno, al final he llegado más contenta que la leche; ha sido una aventura divertida y yo con mis fotos de la nieve toda feliz para casaaaa, jejeje...

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