Estos últimos días he tenido momentos malos, momentos especiales, duros y de mucho sentimiento. No es el fin, y esperemos sea un "hasta pronto", pero es duro recoger tus cosas del puesto en el que me sentaba todos los días, mientras miraba de reojo con nostalgia a mis compañeros pensando en todo lo que los iba echar de menos.
No sólo por el trabajo en sí, porque me dedico a lo que había estudiado y luchado, a lo que me gusta, programadora de software, sino por haber encontrado un grupo joven, en el que nos llevamos bien, un gran equipo y amigos. Con los que hemos pasado momentos malos, y con los que tanto me he reído...
Marcada por los ánimos, abrazos y besos de ellos, sobre todo de aquellos por los he notado un calor especial.
Pensar que tu rutina cambia a partir de ahora, que a partir de ahora no tendré que coger ese autobús de las 6 y media, no me tomaré el café de las 7 en esa mesa de la esquina de la cafetería que siempre parece estar para mi... bla, bla, bla...
Ayer terminé con el papeleo... punto y a parte.
Necesitaba lamentarme, necesitaba seguir llorando si así lo quería, necesitaba no hacer nada sino no me apetecía, necesitaba callar si no había ganas de hablar... necesitaba unos días de transición...
A pesar de los momentos difíciles que esta tocando atravesar, hoy decido llegar hasta aquí con todo esto que me está pesando. Ya he cubierto el cupo de transición, de darme unos días de desahogo, de darme un tiempo para pensar qué está pasando, donde estoy y a donde voy. De mirar por la mirilla lo que nos espera ahí fuera...
La caída ha dejado bastante tocada la nave, pero siempre tenemos a bordo herramientas para repararla, incluso hasta en algún rincón que ya teníamos casi olvidado queda alguna útil.
Unos días para soltar piezas oxidadas, dañadas... , de tratar de reparar los golpes sufridos, y de intentar encajar las piezas nuevas.
Pasamos página. Comenzamos capitulo nuevo y comienza mi "nueva vida"... toca asimilar, tragar definitivamente ese nudo en la garganta y disfrutar de lo que me espera ahora...
Toca abrocharse el cinturón de nuevo. Volvemos a remontar el vuelo, en el viaje de la vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario!