Mañana preciosa la que nos encontrabamos al despertar. Perfecta para dar una vuelta en bici, ya que después de tanto diluvio ya no nos acordabamos de como era el sol.
A mi me apetecia mucho dar una vueltecita con la bici de monte, de una horita o asi, para empezar poco a poco y no cargar los musculos de golpe como siempre. Aunque finalmente mi compañero de aventuras se le cruzó el cable de tal manera que acabamos subiendo hasta las antenas del gran monte Oiz.
Por el pueblo apenas se veía paisaje ya que se encontraba cubierto por la niebla, pero según subiamos por Goiuria, la niebla dejaba paso a un azulado cielo que nos dibujo la sonrisa en la boca pués hacía tiempo que no disfrutabamos de un tiempo así. Subiendo disfrutabamos del paisaje de un tiempo soleado sobre el azul de aquel cielo, que contrastaba con un manto de niebla que cubría la zona del duranguesado. Un paisaje impresionante y realmente bonito.
Poquito a poco fuimos subiendo kilometros y ganando altura hasta llegar a las mismas antenas, donde se notaba que la gente echaba de menos un día así y que mejor que aprobecharlo dando una vueltita por el monte respirando aire puro (y algo frioooo...). Por el camino me tope con una especie de lagartija rara que no había visto nunca pero me pareció curiosa, la pena es que estaba muerta...
Como más vale una imágen que mil palabras, saque unas fotos con mi querido móvil para retratar aquel paisaje tan bonito, con los montes nevados al fondo. Que bien se siente una en estas ocasiones...
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