Sábado tiradón de bici. Las horas van subiendo y el tema se empieza a hacer, en algunos momentos, un poco pesado.
Ayer el tiempo acompañaba aunque no se puedo evitar mojarse un poco bajo alguna nube gris que se pasaba por ahí arriba. Pero respeto mucho, casi todo. Y como en las últimas tiradas, mi compi de aventuras, marido y padre de mi hija, va conmigo. Como veis, poniendo en práctica lo que nos prometimos en la iglesia, "en la salud y la enfermedad, en la riqueza y la pobreza..." y en la preparación del Ironman, jajaja :-D He cambiado las salidas con el equipo, por las salidas con él. Dice que le da igual ir más despacio por ir conmigo. A mi también me gusta ir con él sin que me exprima, y así no le dejo sólo.
Así, con buen tiempo y mejor compañía, conseguimos completar el entreno, sobre un perfil rompepiernas, alrededor de la costa.
Una se va dando cuenta de la dureza de todo esto. Sacamos una media un poco pobre. Pero conseguimos superar y disfrutar, aunque no sin pasar algún que otro contratiempo, como el pinchazo de Remen (que por cierto, lo cambio muy rápido) y algún que otro altibajo mío.
Los estrenos del fin de semana son largos, y te da tiempo a pensar y a vivir diferentes emociones. Pasas de estar bien, y te das cuenta que después de tantos minutos pedaleando, pese a todo, de repente parece que todo empieza a pesar como si arrastraras una gran losa tras de ti. Pero aún así, sigues pedaleando. Y al final, consigues llegar y superar hasta lo que por momentos, tu mente y cuerpo no querían hacer hace otros tantos minutos. Total, que cuando llegas a casa, y te pones a pensar en esos "momentos críticos" que has superado, no tengo palabras para describir la sensación que me recorre por el cuerpo, junto al agotamiento y las molestias "musculares" que te quedan jejeje.
Feliz y contenta. Sobre todo de ver lo feliz que le hago a él cuando me ve, superando cada momento.
El Ironman es mi sueño, pero también el de él. El de hacerlo los dos. De hecho, las ganas salieron de él.
Siempre hemos estado muy unidos superando muchos momentos de la vida, buenos y no tan buenos. Siempre luchando juntos. Y este es otro gran momento de nuestra historia como pareja. Que por cierto, el sábado cumplimos nuestro décimo aniversario justos. Buena celebración pedaleando... :-P
Dicen que los momentos duros en una pareja, o la rompen o la hacen más fuerte. A mi me pasa lo segundo.
Cada momento duro me sirve para admirar más a mi pareja, y quererle más y más, y darme cuenta de la suerte que tengo de tenerle. Si, sonará cursi o lo que queráis pensar, pero es la verdad, mi verdad más sincera.
Que grande compartir este gran acontecimiento con él. No todo el mundo tiene la suerte que tenemos nosotros de poder vivirlo juntos. Sueño con el momento de cruzar esa meta con lo que más quiero, mi hombre de hierro, y el frutito de nuestro amor, nuestra pequeña Naia jejeje Os quiero!!! ;-)
Seguimos adelante!!! Un pasito menos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario!