martes, 2 de agosto de 2011

Triatlón olimpico de Castro Urdiales

  • Día: 30 de Julio de 2011
  • Distancias: 1500 m - 40 km - 10 km
Para finiquitar el gran mes que llevo, este fin de semana lo he celebrado llevandome a toda la familia a Castro Urdiales a comer mi tan preciada paella del Don Quijote. Ya se está convirtiendo en un gran ritual.
El año pasado quien hacía el triatlón era Remen, yo daba el pecho a Naia, y allí estabamos toda la familia animando. Padres, suegros, tía... Este año se ha repetido, pero con el cambio de participante.
Llegamos allí con un día bueno para hacer un triatlón, aunque poco a poco fue despejando y calentando.
Una vueltita por el mercado artesano en el que compramos queso, y a disfrutar de la riquísima paella, ummmmmmmmmmm como me encanta. Se me olvidó sacar foto de las ganas que tenía, pero mejor, para no dar envidia...
Bueno después del deleite, tocaba ir a por el dorsal y preparar todo para la carrera. Interminable la cola que se monto para recoger el dorsal y más de lo mismo para la entrada de boxes.
Parece que habían ampliado el cupo a unos 300 participantes. Hablo un poco con unos y con otros, entre ell@s, la gran Raquel Lombo, simpática como siempre, Milos, y alguno más que no conocía...
Menos mal que tengo el apoyo de mi incondicional maridito, jejeje
No parecía estar muy cansada. No había entrenado en toda la semana, más que 20 minutejos de pisci y otros 20 que utilice el lunes para descargar un poco lo de Vitoria.
Armados de paciencia al fin estamos en línea de salida. Nuevamente me encuentro saliendo como jugando al despiste. Algo que me pasa siempre en Cantabria. Dan la salida sin que me la espere. Explican el circuito y no me  digáis como, pero sin oir bocina ni nada la gente se echa al agua! Pienso "joder! ya estamos... ala!" y al agua patos...
Dos vueltas a un triangulo. Lo peor que tenía en mente era encontrarme con alguna medusa, así que entre la gente. Luego ya fui a mi bola, centrándome en ir lo más derecha posible en cada boya.
Creo que no hice una mala natación para lo poco que nado. Nade bastante a gusto.
Después, en la T1 por primera vez en tiempo pude ponerme el casco a la primera.
Salgo con la bici y no tardo en notar los esfuerzos del mes. Lo que parecía no estar, resurgió con el esfuerzo.
Hice los 40 kilómetros bien, pero como digo, notaba algo de agotamiento, así que intenté disfrutar como siempre sin pegarme pechadas.
Llego a boxes tras las dos vueltas de la bici. Me cambio las zapas, me pongo mi gorra "nueva" fresquita y a por las 3 vueltas y media de carrera a pie.
El agotamiento se notaba un poquito más, pero si algo estoy aprendiendo esta temporada es a tener paciencia, y gracias a ello, cogí mi ritmito y txiri-txiri fui acumulando las 3 gomas en la muñeca que hacían falta para entrar en meta.
El recorrido era bonito. Por el paseo de la playa, así que sólo había que disfrutar de lo que quedaba. Me paso un poco como en Garai, se me hincho la tripa, no sé si del gel que me tome en bici, así que no metía nada en la carrera a pie, igual que en Garai, esperando a ver si pasaba esa molesta sensación de aire en el estomago.
En cada paso por vuelta miro a mi niña que se emociona cada vez que paso. Me anima cuando la veo así de contenta, que salada...
Ya llego a meta. Cojo a Naia en brazos y cruzo la meta con ella una carrera más. Como me encanta esto... Es el mejor momento de una carrera. Compartir los últimos metros con Naia...
Gracias al reportero dicharachero Remen!! y a la family por los ánimos que me daban!

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