Después de que en las 3 ultimas semanas haya descuidado la natación hasta el punto de no ir en más que en 2 ocasiones, y ninguna la semana pasada, por fin ayer arrancamos de nuevo.
Por fin en la piscina. Lo que prometía ser un entreno algo pesado después de tantos días, que pensé que se me haría duro e interminable aunque sean 1500 metros, la suerte se me cruzó cuando resulta que en el mismo carril nadaba Txomin y me ofreció ir tras él.
No sabéis cuanto me alegre. De entrenar acompañada y de poder ir tras él mientras marcaba el ritmo.
La verdad es que yo sola soy incapaz de quitar el ritmo de crucero que tengo, y gracias a Txomin pude nadar un puntito más sin sufrir mucho. Eskerrikasko Txomin! No sabes lo que agradecí tu compañía! El entreno pasó de ser una obligación, a un rato agradable y ameno.
Me sirvió para coger confianza en que no todo se ha perdido en estas 3 semanas. Y aprovecho para mandarle muchos ánimos a Txomin y que adelante, aún queda tiempo para hacerlo bien. Paciencia y ánimo! Y sobre todo, disfruta todo lo que puedas!
Es como sí me lo hubieran puesto queriendo para no llevarme el chasco al retomar el contacto con el agua que tan dura se me hace.
Bien lunes bien. Aún habiendo tenido otro día duro de trabajo, hemos conseguido no desviar el entrenamiento como pasaba los días anteriores.
Sensaciones: buenas.
Positivismo al canto. Me apunto un tanto!
Señoras y señores, abrochense los cinturones, retomamos el vuelo!
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